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4/9/2024

Coordinación de Actividades Empresariales (CAE): Una Responsabilidad Clave para los Administradores de Fincas

La correcta gestión de la CAE en las comunidades de propietarios es esencial para prevenir riesgos laborales, pero también supone una carga significativa para los administradores de fincas.

Diversa señalética asociada a la prevención de riesgos laborales.

La Coordinación de Actividades Empresariales (CAE) es un proceso fundamental en la gestión de comunidades de propietarios. Se refiere a la obligación de coordinar a todas las empresas y trabajadores autónomos que prestan servicios en un mismo centro de trabajo, como es una comunidad de propietarios. Esta coordinación no es solo una recomendación, sino una exigencia legal establecida en el Artículo 24 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y en el Real Decreto 171/2004. Los administradores de fincas, en su papel de gestores, tienen la responsabilidad de asegurar que todas las medidas de prevención de riesgos laborales se implementen de manera adecuada y que la documentación necesaria esté al día.

Obligaciones y Responsabilidades de los Administradores de Fincas

Dentro de estas responsabilidades, los administradores deben identificar todas las empresas que operan en la comunidad, desde servicios continuos como limpieza o mantenimiento, hasta trabajos puntuales como reparaciones o reformas. Deben gestionar la documentación que acredita el cumplimiento de las normativas de seguridad por parte de cada una de estas empresas, incluyendo:

  • Evaluación de riesgos completa y actualizada: Es esencial realizar y mantener al día una evaluación de riesgos para identificar los peligros en las áreas comunes de la comunidad.
  • Coordinación de las actividades: Asegurarse de que todas las empresas que operan en la comunidad implementen las medidas preventivas necesarias.
  • Gestión de la documentación: Recopilar y archivar toda la documentación relacionada con la CAE (contratos, informes de riesgos, registros de formación, y certificados de cumplimiento de normativas).
  • Supervisión y vigilancia: Realizar un seguimiento continuo para detectar cualquier incumplimiento o cambios en los riesgos.

El incumplimiento de estas obligaciones puede acarrear sanciones significativas. Las sanciones administrativas por faltas leves pueden alcanzar los 2.045 euros, mientras que las faltas graves pueden llegar hasta los 41.000 euros, y las muy graves hasta los 820.000 euros. Además, los administradores y presidentes de comunidades pueden enfrentarse a responsabilidades penales con penas de prisión de seis meses a tres años si se expone a los trabajadores a riesgos graves.

La Importancia de Mantener la Documentación Actualizada

La gestión de la CAE puede convertirse en una tarea extremadamente laboriosa. Cada vez que surge un nuevo riesgo o se realizan cambios en las áreas comunes, es necesario notificar a todas las empresas implicadas y actualizar la documentación correspondiente. Este proceso, que incluye la comunicación de informes de riesgos y la implementación de medidas preventivas, requiere un control minucioso, tiempo y recursos significativos.

Para evitar que esta carga de trabajo se convierta en un obstáculo, es crucial seguir una serie de buenas prácticas, tales como:

  • Formación continua: Mantenerse actualizado con las normativas y realizar formaciones periódicas para estar al tanto de las mejores prácticas en prevención de riesgos laborales.
  • Comunicación constante: Fomentar un entorno donde la comunicación entre todas las partes sea fluida y constante, asegurando que todos estén al tanto de los riesgos y medidas preventivas.
  • Uso de Servicios de Prevención Ajeno (SPA) autorizados: Confiar en SPA autorizados para la elaboración de informes técnicos y la gestión de riesgos.
  • Uso de software especializado: Utilizar herramientas como Gesfincas que permitan gestionar la CAE de manera centralizada, automatizando la documentación y facilitando el seguimiento.

Delegar para un Control Total

Dada la complejidad y la carga de trabajo que implica la CAE, resulta cada vez más evidente la necesidad de contar con un colaborador de confianza que pueda gestionar estos procesos de manera eficiente. Asimismo, el uso de un software especializado que permita centralizar toda la información y automatizar las comunicaciones con las empresas implicadas podría ser la solución ideal para que los administradores de fincas mantengan el control total sobre el estado de riesgos en sus comunidades, sin perder tiempo ni recursos en tareas administrativas repetitivas.

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