A veces uno se pregunta qué hay detrás de las herramientas que utiliza a diario. En el caso de los administradores de fincas, esa pregunta no es menor. Las plataformas que usamos manejan datos personales, bancarios, acuerdos de juntas... información sensible, valiosa. Por eso tiene sentido que una empresa como IESA – Aareon Spain haya conseguido la certificación ISO 27001. Porque, honestamente, ya tocaba que alguien en el sector lo hiciera.
Lo importante aquí no es el sello en sí, sino lo que representa. Esta norma internacional impone controles estrictos, revisión de procesos, sistemas de alerta, planes de contingencia. Nada se deja a la improvisación. Pero ojo, no basta con tenerlo todo bien montado: hay que demostrar que funciona. De verdad. Y no solo una vez, sino de forma continua. ¿Cuántas empresas pueden decir eso sin parpadear?
Ahora bien, no se trata solo de cumplir con un papel. Esto tiene un impacto directo. Por ejemplo: Tucomunidad y Tucoban, que muchos usamos a diario, operan ahora bajo esa misma norma. Y lo mismo ocurre con las herramientas de inteligencia artificial que la compañía ha empezado a incorporar. Todo pasa por un filtro, y si no lo supera, no sale. Así de claro.
Hay algo más que suele olvidarse. Esta certificación obliga a hacer las cosas bien, pero también a mejorarlas. No es un logro que se cuelga en la pared y ya está. Obliga a estar atentos, revisar lo que parece estable, corregir lo que apenas se nota. Y esa presión —que parece invisible—, se nota. Se nota en que los errores se reducen. Se nota cuando los vecinos no reciben documentos fuera de plazo. Y sobre todo, se nota en lo que no pasa. Porque lo que no ocurre, también cuenta.
Para quienes trabajamos en el día a día con estas soluciones, hay algo que cambia. Y no es técnico. Es emocional. Saber que estás usando un sistema que cumple con una certificación de este nivel da tranquilidad. Y sí, también aporta un plus profesional frente a las comunidades que empiezan a exigir más de sus gestores.
Conclusión
Esta certificación no es un capricho, ni una medalla. Es una forma distinta de entender el servicio. Y si tú, como administrador de fincas, estás pensando en cómo dar un salto en tu despacho, tener herramientas que están respaldadas por una certificación ISO como la 27001 es un paso firme. No porque lo diga el papel, sino porque lo notas tú. Y lo notan tus clientes.
Hablamos de:
Clasificado en: