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2/10/2024

IA: más allá de ChatGPT

La inteligencia artificial revoluciona la administración de fincas más allá de la automatización conversacional

Un administrador de fincas trabaja en un pc mientras un dron inspecciona sus ventanas

La inteligencia artificial (IA) ha revolucionado diversos sectores, y la administración de fincas no es la excepción. Si bien las herramientas como ChatGPT han abierto la puerta a la automatización en la comunicación, las aplicaciones de la IA van mucho más allá. Hoy en día, la IA está transformando áreas clave como el análisis de datos, el uso de técnicas avanzadas como el deep learning, y el desarrollo de inteligencias generativas que pueden mejorar la atención y comunicación con los clientes de manera significativa.

Analítica avanzada de datos

Uno de los grandes retos en la gestión de comunidades de propietarios es el manejo eficiente de los datos. Desde los registros de pagos hasta los informes de mantenimiento, la cantidad de información que maneja un despacho de administración de fincas es considerable. Aquí es donde la IA, aplicada a la analítica avanzada, marca la diferencia. Con la ayuda de algoritmos de aprendizaje automático (machine learning), los administradores pueden procesar grandes volúmenes de datos para identificar patrones y tendencias, optimizando la toma de decisiones.

Por ejemplo, un sistema de IA puede analizar el historial de impagos de los vecinos para predecir posibles incidencias, permitiendo al administrador tomar medidas preventivas. De igual manera, puede ayudar a planificar los gastos comunitarios, sugiriendo el mejor momento para acometer reformas o reparaciones, basándose en el uso y el desgaste de las instalaciones. Otra aplicación puede ser el análisis de los patrones de consumo eléctrico, por medio de la conexión con sistemas de lectura de contadores, para ofrecer a los vecinos mejoras en sus facturas energéticas por medio de cambios de contrato, de oferta, o incluso de empresa comercializdora.

Técnicas de deep learning: de la visión artificial a la biometría

Las técnicas de deep learning, uno de los pilares de la inteligencia artificial, permiten que los sistemas aprendan a interpretar grandes volúmenes de datos de forma más precisa y autónoma. En la administración de fincas, esto se traduce en aplicaciones cotidianas que van desde la visión artificial para la supervisión de obras, hasta la lectura automática de documentos, como actas o facturas, que permite reducir significativamente el tiempo invertido en tareas repetitivas.

Por ejemplo, en una comunidad con placas solares, un dron equipado con IA puede realizar inspecciones periódicas para detectar si las placas están sucias y necesitan limpieza, mejorando su eficiencia energética sin necesidad de intervención humana. Otro caso podría ser el uso de una sonda en la piscina de la comunidad que monitoree los niveles de agua, detectando si hay una pérdida que no se justifica por la evaporación, lo que podría alertar sobre posibles fugas. Estas soluciones no solo ahorran tiempo, sino que evitan problemas mayores antes de que afecten significativamente a la comunidad.

Además, el reconocimiento biométrico está comenzando a implementarse en la seguridad de las comunidades. Sistemas que identifican a los propietarios mediante huellas dactilares o reconocimiento facial pueden mejorar la seguridad y facilitar la gestión de accesos, haciendo obsoletos los tradicionales mandos o llaves.

Inteligencias generativas: la nueva era de la comunicación

Si bien ChatGPT es un excelente ejemplo de inteligencia generativa, su uso en la administración de fincas puede expandirse hacia otros ámbitos. Hoy en día, las inteligencias generativas pueden gestionar de manera automatizada la comunicación con los vecinos, desde la atención a reclamaciones hasta la creación de actas y documentos personalizados para cada comunidad.

Por ejemplo, una IA puede encargarse de responder correos electrónicos con consultas sobre incidencias, de forma precisa y adaptada a cada situación, sin intervención humana. También puede generar informes periódicos de las cuentas de la comunidad, presentando la información de manera clara y comprensible para todos los vecinos, facilitando la transparencia y la comunicación.

Conclusión

La IA no es solo una herramienta para tareas específicas; su verdadero valor reside en su capacidad para transformar por completo la forma en que trabajamos y nos comunicamos. En el ámbito de la administración de fincas, es fundamental que el software de gestión que utilice el despacho integre de forma nativa estas soluciones avanzadas. Esto no solo permite mejorar la eficiencia operativa y la seguridad, sino que también aumenta la satisfacción de los propietarios. Integrar estas soluciones de forma independiente puede ser complejo o costoso, por lo que aquellos despachos que opten por software con IA integrada estarán mejor posicionados para aprovechar las oportunidades y obtener ventajas competitivas significativas en un mercado cada vez más digitalizado.

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