Ya sea una persona de avanzada edad o un vecino con discapacidad, cuando un residente en una comunidad tiene problemas de movilidad y necesita que se modifiquen las zonas comunes para facilitar su acceso, debe saber que tiene el respaldo de la Ley de Propiedad Horizontal. Según su artículo 10, todas las instalaciones necesarias para permitir la movilidad son de carácter obligatorio y no necesitan aprobación de la junta de vecinos, siempre que sean ordenadas por uno de los residentes o la Administración Pública y siempre que el importe repercutido por ellas no exceda de forma anual el valor de doce mensualidades ordinarias de gastos comunes.
La ley tiene como objetivo proteger los derechos de todos los ciudadanos en situaciones en las que un vecino pueda sentirse vulnerable dentro de una comunidad. Sin embargo, los Administradores de Fincas colegiados defienden que la adaptación y garantía de la accesibilidad deben ser una filosofía adoptada por la comunidad en sí, ya que todas las personas son susceptibles de enfrentar problemas de movilidad en algún momento de su vida, especialmente durante la vejez. A continuación, se mencionan los elementos esenciales para lograr que una comunidad de vecinos sea completamente accesible:
- Ascensor: El ascensor es el elemento clave en la adaptación de una comunidad, ya que debe facilitar la comunicación entre todas las zonas comunes, incluyendo la entrada principal, los rellanos de los portales y el garaje. En caso de que no sea posible conectar todas las áreas con un solo ascensor, se puede considerar la instalación de múltiples ascensores o la incorporación de una silla salvaescaleras para reducir costos.
- Evitar pendientes pronunciadas en las rampas: Un desafío común al que se enfrentan las personas con movilidad reducida es la construcción de rampas de acceso sin tener en cuenta su uso diario. Es importante evitar la instalación de rampas con pendientes demasiado pronunciadas, ya que esto puede resultar peligroso.
- Barandillas de seguridad: Siempre existen áreas de tránsito más delicadas que pueden requerir de puntos de seguridad adicionales, como la instalación de barandillas. Estas barandillas no solo deben colocarse en las escaleras, sino también en sus alrededores y cerca de las ventanas.
- Amplio espacio de maniobra: Además de adaptar los elementos físicos de la comunidad, es importante tener en cuenta que las personas con movilidad reducida generalmente requieren de un mayor espacio de maniobra. La comunidad debe contar con zonas comunes espaciosas que permitan la libre circulación de todas las personas.
- Adaptación de la entrada principal: Es fundamental adaptar las dimensiones y el peso de la puerta principal, así como el desnivel con respecto a la calle. La comunidad de vecinos debe considerar la instalación de un sistema de contrapesos que haga que la puerta sea más ligera y fácil de abrir, además de adaptar el escalón para que se convierta en una pendiente suave y poco pronunciada.
Las comunidades de vecinos cuentan con la ayuda de su Administrador de Fincas colegiado para asegurar que sus zonas comunes facilitan la accesibilidad a todas las personas, así como para asegurar el mantenimiento de todas las instalaciones orientadas a este objetivo. Además, el Administrador también vela por el cumplimiento de los códigos y medidas que dictan el Ministerio de Fomento y El Consejo General de la Arquitectura Técnica de España, asegurando que todas las decisiones de la junta de vecinos en materia de accesibilidad se toman de acuerdo a la legalidad.
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